Estamos recibiendo consultas acerca de la posibilidad de paralizar las obras durante el Estado de Alarma por Covid-19 y su influencia en la estabilidad e integridad de esta; además de cómo se debe de proceder para no perjudicar los futuros seguros de garantía de la LOE (art. 19) – como debemos proceder conla evaluación del OCT -. También de otros daños sobre la propia obra o sobre terceros que se pueden generar, sobre el medio ambiente, daños a la población civil, sobrecostes, etc..
En relación con el seguro decenal para la garantía del art. 19 c) de la LOE, paralizar una obra debe ser, como mínimo, comunicado al asegurador mediante un informe D7 de incidencia. Además, si se hace sin rigor técnico, puede generar unos futuros sobrecostes importantes para hacer viable esa garantía futura.
Cuando se paraliza una obra de forma súbita, se presentan situaciones de agravamiento del riesgo por múltiples motivos, como:
Aunque no hay una obligación directa de elaborar un Plan de Autoprotección, podría interpretarse que en la situación de parada la obra puede significar un riesgo de protección civil.
Es importante que una entidad de prevención de riesgos pueda realizar o un ajuste de la ralentización o un proyecto de parada programada que evite todos estos inconvenientes y diseñe actuaciones de cara a vigilar, conservar y retomar la obra. +
Nos consta que algunas cooperativas han dotado a su Coordinador de Seguridad y Salud de recursos complementarios a la hora de verificar que se cumplen las instrucciones y acuerdos de coordinación empresarial y las recomendaciones aplicables. Es importante pues así se contribuye a la prevención del contagio y evitamos sanciones o denuncias que pueden ser muy delicadas.
El seguro TRC – Todo Riesgo Construcción deja de tener vigencia en cuanto se interrumpe la obra y es conveniente contratar un complemento mientras dure la situación; no siempre los seguros se hará cargo de las consecuencias si son previstas.Es importante que la cooperativa delegue en un especialista para demostrar que ha hecho lo posible para afrontar la situación, con lo que estará mucho más fácil accionar el siniestro ante el asegurador.
Los daños a la propia obra hay duda de que puedan estar cubiertos y los daños o a terceros o medioambientales o de otra índole estarían cubiertos por la Póliza de Responsabilidad Civil de la Cooperativa; la duda surge con los costes de parada programada consecuencia de la fuerza mayor del COVID 19 o de decisiones del Gobierno en relación con la paralización de las obra; sin duda, ante las consecuencias que se puedan generar habrá que tener en cuenta la posible responsabilidad de la Administración por una parada que expone a tanto riesgo a la población y al medioambiente. Seguramente los contratistas tratarán de renegociar los contratos si se paraliza la obra provocando indefensión de los socios.
Hay que recordar que en la anterior crisis hubo muchos abandonos o desistimientos de cooperativistas aprovechando o la extensión de plazo o los sobrecostes para solicitar la devolución de cantidades anticipadas provocando dificultades financieras para la cooperativa. Es importante, pues, tratar de no paralizar las obras y prever un ritmo que permita el cumplimiento de los objetivos del proyecto.
Para las cooperativas, es importante que se hagan estudios de valoración y se adopten medidas de mitigación de consecuencias propias o a terceros, al objeto de ajustar sus responsabilidades y los posibles sobrecostes de las obras.
Fuente: CPV